domingo, 20 de abril de 2014

GUIJA

Pocas estrellas en el cielo de 
mi patio. El frío, seco, 
en esta noche en que no duelen ya 
ni el ánimo ni el mundo 
(habrá habido, hoy también, asesinatos, 
tal vez una catástrofe, 
y locura, y dolor, y desesperación), 
baña mis piernas y mi rostro. Abril 
--callado, dulce, bajo la campana 
de una luz cruda que no junta muchos 
insectos que digamos-- 
es un silencio o campo indiferente 
interrumpido cada tanto por 
autos y motos cuyos 
motores lo parcelan: sin saber. 
Abril es una senda
secreta en que confluye, más acá
de mi mente --¡meandro 
inmemorial y prístino!--, un remoto
mojón de detención o eternidad;
abril es una rada
a que no llega nada 
de futuro... Es entonces, guija, 
que renace, tropieza el resquemor:
al musitar "llegué". 

martes, 15 de abril de 2014

BAJO BARROSO

Cuando el ultraje reclamó sus fueros 
--mala Malinche, rica colación--, 
cundieron arbitrajes y reveses: 
peritonitis de guadal. La gleba, 
u ocelotes, o liza en la cascada, 
se prosternó con chuchos de Templario 
mientras que los Atridas del Sentido, 
ínclito padecer --su cornucopia 
a pleno melotrón--, correspondían 
con pajes y pancartas a las nuevas 
disposiciones del partido entrante. 
¡Infrecuente quilombo! Entre requiebros 
y madonnas u ortibas el alambre 
dulzón que la Culebra reclamara, 
perínclita de aceites, exigía 
arrestos al venablo del Patrón; 
cejijunto sainete quien, la cofia 
en bandolera, sólido atusara 
contusos con la gracia de un Delfín 
arrinconado por los siglos progres. 
Las niñas de los ojos del Estero, 
alicaídas, lícitas en cuanto 
dejaban de tragar y, sobre todo, 
arrendatarias del valor en pugna 
de los ingobernables ninguneos 
con que el Obispo, pálido neón, 
recompensara al clásico zurdaje 
--devotos a la hora de la guasca 
y despiporre típico del viento--, 
sudaban, reclinadas en la corva 
veranda, añil en que el manubrio en re 
medroso compusiera la partita 
que años después el Coronel Cañones 
--circunspecto beodo-- tarareara 
a trancas y a barrancas, hechizado, 
por lo demás, por la belleza o dientes 
de un óxido al pasar. Todo cundía, 
entonces y después... Pero tan pronto 
como tus lunas --tísicas, estrábicas, 
heridas por la clava de un simún-- 
repiquetearon como pasacalles, 
vino el Atún y me mandó a guardar: 
"paso perita punchi pisotón". 

miércoles, 2 de abril de 2014

EL CORAZÓN DE LAS COSAS

Ahora que soñás 
con fantasmas que no 
recordarás, escucho 
las gotas aisladas 
que cada tanto caen 
entre las plantas. Un 
grillo dicta, metrónomo 
a más de cien, la insomne 
ventanilla o distancia
que me separa del 
corazón de las cosas. 
Silencio en que no puedo
relajarme: poema 
que nace muerto: versos 
brotados malamente 
de una conciencia que 
se divorció de un mundo
que se le ha vuelto arena
donde ya no hay temblor

miércoles, 26 de marzo de 2014

SONETO NEGATIVO

Eso: que te morís. No se lo cuentes 
a nadie. Los galones de mandar 
se te extraviaron. Durarás en puentes 
desguarnecidos. Jura en el altar 

de los desharrapados: no pudiste 
amarrocar, y te negaste a mesas 
de pertenencia, de tenencia. Hiciste 
de tu razón un huaso (¡qué bajezas

los argumentos del incomprendido, 
del nulo para hacer!)... Hubieras sido 
comisario cabal, pero jamás 

tuviste en cuenta sino los arrestos 
de la dulzura. Lívido, entre restos 
de La Fijeza, te estremecerás.