jueves, 29 de agosto de 2013

LA COPA DE LAS HORAS




a Mariano Pérez Carrasco 


Pero el tiempo es inmenso. 
El tiempo es ese gato
indolente que duerme
allá en la mesa, o sólo
hace de blanda estatua.
Imitalo. Callá
tus pasos en la arena
y percibí el silencio,
quieto como una nube. 
Todo pende y se expresa,
acabado. Tomá 
cada ser al alcance 
de tu mano y con tino 
sopesalo. Navegan 
las cosas hacia vos, 
te rozan, se diluyen. 
Es una fiel deriva
el tiempo. Es como un buey 
que pasta sin apuros. 

viernes, 23 de agosto de 2013

LO MÁS SANTO

Confiables, previsibles: 
así quiere la gente 
que sean tus acciones.
Y si no sostenés
sin más esa promesa,
esa ficción común, 
más luego no te quejes 
si nadie te acompaña: 
vos mismo le mojaste 
la oreja a lo más santo, 
y eso no queda impune. 

martes, 20 de agosto de 2013

HUÉSPEDES

Lo mejor es leer. Después de todo, 
no importa quién redacta 
sino las ocurrencias de una frase 
al continuar a otra. 
Porque los libros se suceden: algo 
que no se agota en la 
palabra fin se engancha, de manera 
más bien fluida, es más, 
practicando una lógica renuente 
a las explicaciones, 
a otra oración, unidas como cuentas
dispares, pero no
por la intención de los que escriben. Algo 
que no descansa liga,
a través de nosotros, aleatorio
nuestras lecturas. Algo
que no se detendrá, que se extasía
indefinidamente. 

martes, 13 de agosto de 2013

EL FANTASMITA

Para los otros no 
existe que haya habido 
enfermedad. Ninguno 
de los que ayer reían 
imagina ese infierno. 
Vivís bajo la forma 
de repetir pasillos. 
De estrellarte por lustros 
contra las mismas aulas. 
De vos los otros saben 
sólo un apodo. No 
exijas empatía 
ni mayor disimulo

viernes, 9 de agosto de 2013

DOMOS

Un libro más. Y nada queda. Sueño
de que despierto, parto
de esa ventana y se desconfigura:
dimensión clausurada.
No lo lamento. Tomo sin apuro
otro volumen, leo.
Tal es mi modo de volver al ámbito
callado, primitivo
de la más grata intimidad/alberca:
la de seguir un curso
de letras más o menos ordenadas
que a qué conducen sino
a domos de sentido deletéreo
que de pronto se elevan
--promesas incumplibles, que confortan--
y a que es dulce trepar
sin que mayor registro quede de
mi ascenso, su temblor.

sábado, 3 de agosto de 2013

TRATANDO DE ENTENDER

Las palabras ¿qué pueden? 
¿Qué haré con ellas? ¿Qué
me permite mezclarlas, 
cortar, alzar? Y tocan
manos impredecibles
muchas veces. Cubil 
que guarda inesperados 
lobeznos y maderas. 
Francas o resentidas
oraciones: del fondo 
de una caverna surgen
liberados esclavos,
murmuradores. Vieja
cornucopia la voz.
Palabras como cuerdas 
que rozo, que devuelven 
armónicos que nunca 
dominaré del todo. 
(Violín que dejo escrito; 
arco de los demás.)